lunes, 14 de junio de 2010

Cuento junio :)

Aquel día 1 de Junio en la clase de 2ºB, yo estaba dando explicándoles las guerra civil, y cuando se lo contaba no dejaba de recordar mi juventud en la mili y en las guerras.
Recordé aquel año de pena, dolor, lucha... En aquel tiempo yo era un joven, de cabello y ojos oscuro. Por aquel entonces era un hombre delgaducho por culpa de la falta de nutrición y no muy buen estado de salud. También era una persona alta con diferencia a los demás militares.
Mi mente volvía a aquellos tiempos remotos y me acordaba de un desastroso día de lucha a la que nos enfrentamos. Estábamos mi amigo Dani y yo en medio de aquella guerra. A diferencia a la guerra civil que pronto iba a llegar, fué de poca lucha, aunque la ganamos.
Estábamos nosotros dos tumbados trás unas rocas para protegernos. La verdad es que nosotros no combatíamos mucho porque eramos un tanto débiles, pero si había que jugarse la vida, nosotros luchábamos hasta el final. Me vino este día a la mente porque fué la muerte de Dani. La verdad es que no lo recuerdo muy bien, pero su fallecimiento se quedó guardado en mi mente y en mi corazón desde aquel día.
Dani era un gran apoyo para mi fué mi mejor amigo en la mili. Muchas veces recuerdo sus palabras de ánimo que me decía antes de cada combate.
Su muerte fué limpia y lo mejor es que no sufrió, porque cuando estabamos tras las piedras, él disparó a la orden del coronel.
- Disparad!
-¿Por qué disparamos?- Le pregunté asustado.
-Me lo ha dicho el coronel- Respondió.
Entonces yo me quedé extrañado de no haberle oído, y me escondí otra vez, pero Dani no sé por que no se protegió y la respuesta a su disparo, le dió y murió.
Yo en aquel momento no sabía que hacer y le dejé allí hasta que acabará la guerra. Cuando murió yo dejé de disparar porque no tenía fuerzas y rompí a llorar.
Desde aquel día, me quedé solo, abandonado y muy dólido.
Un día antes de la guerra civi, cogí un periódico para obtener información y leer o distraerme un poco y no echar de menos a Dani.
Y por último me pasó por la mente , el día siguiente, la guerra civil, en la cual yo estába solo y luché muy poco y a la vez,y o estaba muy débil y no me pudé defender bien y perdí un dedo.
Cuando me dispararon y me quedé sin el dedo, me dió un bajón y dejé de luchar.
En clase recordando aquellos momentos tan duros comencé a llorar y los alumnaos se extrañaron. Entonces les conté toda la historia para que comprendieran mi tristeza.

lunes, 10 de mayo de 2010

El Gran Show




Como un pobre hombre acabé siendo un vagabundo, ya que en mi infancia no estudié y pensaba que no serviría de nada. Pero después de mucho tiempo, me dí cuenta de lo que me esperaba; mis padres murieron y aquella no era mi tierra. No tenía amigos ni familiares cerca y ninguno me podía ayudar.
Un día cuando vagabundeaba, me encontré a Stewy, mi mejor amigo,un perro de pelaje claro de color canela y largo. Este no parecía muy viejo, ni sucio, así que, pensé quedármelo y no se, por si a casa alguien lo buscara y me diera una recompensa...para no estar así toda mi vida.
A pesar de que yo, no había estudiado ni nada se me ocurrían buenos planes e ideas para conseguir dinero.
La mejor, y la que todavía sigo haciendo y día a día mejorando: prepara un show.
La verdad es que no fue fácil. Aunque yo parecía muy viejo por mis pintas, realmente tenía todavía 32 años pero aparentaba más de 40, gracias a mi pelo grisáceo y súcio, por culpa de no tener dinero y falta de higiene y salud.
Le fui enseñando trucos y muchas otras cosas de obediencia. Y después de tres meses lo conseguí. Por las famosas calles de Madrid, y por el centro de esta, Stewy y yo enseñábamos nuestro espectáculo a las personas y sobre todo a turistas que paseaban por aquellas maravillosas calles. Y ahora también lo sigo haciendo.
Un día de verano conseguimos mucho dinero, hicimos un gran espectáculo, con acrobacia, saltos y muchas cosas espectaculares y para acabar, nos pusimos de rodillas a pedir.
Entoncés la gente echó muchas monedas, y un gato que pasaba por la calle, vió al perro y lo imitó, la gente nos dió más limosna al ver al gato.
Y me pareció muy buena idea porque yo me ganaba el dinero, legalmente, sin pedir o engañar a la gente y no lo utilizaba para drogas y otras cosas adictas y malas, si no para mejorar nuestro show y cuidar mi estado y el de Stewy.
Así mi vida cambió y todo gracias a Stewy y aún seguimos con nuestro show.

lunes, 19 de abril de 2010

Cuento de Abril :)



Cuando ví aquella foto en el periódico, sentí pena y dolor. Sentí como aquella niña tenía aquella cara de tristeza, pero a la vez estaba contenta por vivir.
-¿Has visto esta imagen?- le dije sorprendido.
-Pues no, cogí esta mañana el periódico, pero todavía no lo he leído, respondió.
Dani era un hombre joven de 20 años. Tenía el pelo moreno y un poco rizado. Sus ojos eran oscuros y grandes. Lo que más me gustaba desde que éramos pequeños era su sonrisa que siempre permanecía en su cara y s personalidad.
Cuando vió la foto, se quedó sin palabras.
La niña en el suelo, bajo la mesa, con aquella carita y encima descalza. Verla, nos dió tanta pena.
Dejamos el periódico en la mesa, y continuamos con nuestro trabajo.
Cuando acabamos, volví a mi casa y, de camino, en el coche, yo le daba vueltas a la foto de aquella niña. Tenía que hacer algo, por esos pobres niños inocentes, como ella, no les podían arruinar su infancia explotándoles con tanto trabajo.

Porque, ¿Qué harían en un futuro?, ¿De qué vivirían cuando crecieran?, porque no tenían estudios, y, ¿Qué sería de ellos?, acabarían estresados y agobiados por el trabajo. Me situaba en su lugar y sentía pena y dolor.

Mi cabeza, me iba a acabar estallando de tantas vueltas que le daba al tema.

Tenía que hacer algo ya.

Entonces, cuando llegué a casa, releí el artículo del periódico. Aquella noticia que me estaba comiendo por dentro.

Después de cenar, me acosté después de aquel duro día de trabajo. Estaba cansado.

Me tumbé en la cama, pero a pesar del sueño que tenía, no me conseguí dormir. No dejaba aquel tema. Sabía que tenía que hacer algo cuanto antes. Aquellos niños no podían seguir así, necesitaban mi ayuda.

Después de un tiempo, pensando y dando vueltas en la cama, tuve una idea.si aquella idea funcionaba, todos los niños serían felices. Yo estaba mas tranquila y después, al fin conseguí dormirme.

Por la mañana, sonó el despertador. Le dí un golpe para que dejará de soñar, no tenía ganas de ir al trabajo, estaba agotado, había dormido muy poco. Al rato me levanté de la cama.

Anduve hasta la cocina y pusé al café a calentar. Mientras se calentaba, me fuí preparando para ir a trabajar. Desayuné el café y galletas, cogí el coche y, de camino al trabajo, me acordé de la foto del periódico y de mi idea.

Cuando llegué al trabajo, me encontré con Dani.

-¡¡Dani!!, Corre, ven, tengo que contarte una cosa.

-Espera, que dejo una cosa, y voy a tu despacho.

Toc, toc, sonó la puerta de mi despacho, era Dani.

-Corre, pasa, tengo una idea para el tema de ayer, ¿recuerdas?, la niña del periódico.

Dani, se acomodó en una silla, mientras le contaba todas mis ideas, y conclusiones.

Dani, pensó que sería buena idea y que después del trabajo podríamos ir la empezando.

La idea consistía, en a partir de mi empresa, crear otra, en referencia a estos zagales. Y en un país como la India, poner una de nuestras empresas, y acoger a todos los niños menores explotados y darles clases.

Con mi dinero contraté a gente que colaborara y tengan conocimiento de todo un poco, para poderles enseñar, algo básico.

Entoncés, encendí el ordenador y nos pusimos a creas una empresa. Llamé a la India y compré un local vacío, que me darían dentro de un mes. Y Dani también colaboraba aparte de que el iba a ser uno de los profesores,

me estaba ayudando a organizar las cosas.

Después de un mes, conseguí varios colaboradores como profesores y otros ayudantes de salud, y algo de inmobiliaria para adornar al locas y que los niños se sintieran bien y cómodos.

Pagué mucho dinero para realizar este proceso y para transportar la mercancía hasta allí. También tenía que pagar un piso para alojar a los profesores durante un tiempo mientras conseguían dinero para alojarse ellos en uno propio.

El día 1 de julio, llegamos a la India. Estuve todo amueblando el local y enseñarles todo a los profesores. Y al día siguiente fuí a buscar a los niños, que eran explotados. Llamé a la policía y a los explotadores los detuvieron y los metieron en las cárcel. Les cuidaba en mi local y les enseñaba para que tuvieran un buen futuro.

Adopté a más de veinte niños que los dedicábamos y a los que mis amigos les enseñaban. Con el tiempo mi negocio se fue expandiendo y conseguís mucho dinero, y lo más importante ayudaba aquellos niños.

Y lo que más me alegró, fue verles una gran sonrisa de oreja a oreja. Muchos hoy en día no quieren ir a la escuela, pero en cambio aquellos querían aprender mas y mas.

Lo mejor, fue que un día viajé a otros países donde también había colocado negocio y encontré a la pequeña de la foto. Me alegré tanto al ver su cara tan alegre y su ropa tan bonita, y lo mejor , viendo que nadie la obligaba a trabajar sin darla ninguna recompensa por su esfuerzo.

conseguí mi objetivo y por eso ahora estoy muy feliz, porque mientras ellos estén felices yo también lo estaré.

Y Dani siguió de profesor, pero era mi mejor amigo y siempre me ayudaba. Los demás, los profesores, se quedaron en la India trabajando.









jueves, 15 de abril de 2010

Poema miguel hernández

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martes, 9 de marzo de 2010


El 21 de Julio cuando cumplí 5 años me regalaron a Mika, mi primer animal. A las afueras de Tejas vivía en una granja con muchos animales.
Mi padre tenía una producción de leche y de ganadería también producía embutidos. Mi madre murió hacía mucho tiempo. Y los últimos de la familia eran mis hermanos; Carlos el mayor y Paula la pequeña. Ellos estudiaban para trabajar en el futuro. Aunque Carlos por las tardes jugaba al fútbol y Paula bailaba en una de las mejores escuelas de Tejas.
Yo también acudía a la escuela para obtener un buen ofidio el día de mañana. Desde los 5 años cuando me regalaron a Mika, montaba y hacía competiciones con él. También tocaba la guitarra y componía.
Para mí era mi mejor amigo por que yo le contaba todo lo que me pasaba , aunque él no me pudiera ayudar, pero en fin... yo me desahogaba. También algunas tardes después de estudiar y ayudar a mi padre en la granja componía canciones sobre mi vida o cosas que me ocurrían y entrenaba con Mika para las competiciones.
A mi colegio venia una de mis principales rivales, Sofia, a la que yo la tenía mucho odio. Yo solía ganarla, pero era muy presumida y celosa, y cuando la ganaba se enfadaba.
En mi primera competición con 8 años depués de haber estado 3 años entrenandome llego aquel día. Recuerdo aquel día como si fuera ayer, porque yo estaba muy nerviosa y aunque todo salio muy bien, no gané. Pero poco a poco fuí mejorando para en la siguiente competición aumentar un puesto.
Mi padre cuando podía me ayudaba y me enseñaba nuevos trucos para las competiciones. Mi hermano también me ayudaba porque el en sus tiempos también fué un buen jinete y me dió buenos consejos para mi siguiente competición.
La competición no era hasta dentro de un año asi que me preparé mucho para ir aumentando mi nivel y pasar de principiante a novata y mejorando la técnica para ganar a Sofia.
Entre año y año me apuntaba a carreras, y concursillos, para ir practicando, ver mis mejoras...
En una carrera, con 9 años, Sofia me tendió una tramapa. A mi caballo le dió unas patillas para que este enfermara y yo no pudiera ganarla, porque yo habia estado entrenando mucho y duro.
Mika enfermó y no competimos por si ocurria algun percance.
Al acabar la carrera , vino Sofia y me preguntó :
-Irene, ¿porque no has competido? me dijo con voz picarona.
-Esque estoy mala y no puedo competir, la mentí.
-Claro...Pues que te mejores me dijo sin importancia- y Mika, ¿Que tal?
-Bien, ¿porque lo preguntas?
-Nose.... me mintió.
Después vino mi padre y mi hermano, y me llevaron a casa.
En casa, cuando estabamos cenando, sauqe el tema de lo sucedido, les conté todo lo que me hizo Sofia.
-Tengo que contaros una cosa que me ha pasado hoy. Dije
-El que cariño, pero, ¿estas bien?,

lunes, 22 de febrero de 2010


Mi abuela como no tenia mucho contacto con mis padres y sabía que no se enterarían me cogió del cubo de la basura y me ha estado cuidando todos estos años.
Ahora, después de tres de su muerte,vivo sola en su casa y cerca de mi viven una pareja amiga de mi abuela y su nieto amigo mio.Ellos me ayudan y me cuidan.
Y Peter, su nieto es mi mejor amigo, me ayuda mucho tanto en casa como en el colegio.
nuestro colegio no es igual que todos.
En el estudiamos pero no nos mandan deberes si no que cada semana nos dan un papelito con un trabajo y tenemos que realizar el empleo que pone y al final de la semana si lo hemos hecho bien nos dan un poco de dinero y se lo dicen al profesor para que nos ponga buena nota.
A mí esta semana me ha tocado de cartero y tengo que repartir las cartas a todos los vecinos.
A Peter le ha tocado de fontanero y tiene que bajar al subsuelo para arreglar las tuberías por donde se distribuye el agua por toda la ciudad. Todos los días después de hacer nuestro empleo quedamos para contarnos todo lo sucedido.
Un día cuando estaba en casa puse a rebuscar entre los libros, y cosas de mi abuela para ver si encontraba algún recuerdo o algo.
Después de buscar y leer libros antiguos, estornudar unas cuantas veces por el polvo, encontré en un libro egeo que en su interior tenía un trozo de papel arrugado y lo cogí y se lo lleve a Peter.
El concluyó que era de un mapa o algo parecido, el recordó un secreto que le contó su abuelo que tras un portal hay una salida a otro mundo.
Porque no os e contado que mi ciudad, está bajo el suelo de vuestro planeta. No tenemos luz porque no nos llega la del Sol, pero tenemos energía que la utilizamos para obtener luz.
Peter y yo nos pusimos en busca de más trozos para completar el mapa y salir de aquella ciudad.
Pasado un mes teníamos medio mapa completo y Peter y yo intentábamos coger distintos trabajos para poder investigar en cada lugar.
Por ejemplo: si trabajaba de bibliotecaria investigaba por los libros, de dependienta, preguntaba a la gente.
Mientras tanto Peter en las tuberías encontró una puerta secreta que conducía a un lugar que estaba dibujado en el mapa.
Un día me tocó trabajar en el mercadillo y cuando estaba vendiendo, vino Peter corriendo y me contó que ya tenia completo el mapa. Me dijo que estuvo cotilleando e investigando trás la puerta de las tuberías y que encestábamos: una linterna, comida, una goma, tela y agua.
En el mercadillo compramos comida, y unas bragas con goma, para utilizarla y también la tela y en el río cogimos agua y la linterna de mi casa.
Por la noche nos metimos pos las tuberías y llegamos a la puerta. Pasamos y empezamos a situarnos en el mapa y, poco a poco conseguimos avanzar y llegar hasta una especie de montaña rusa de agua, un río muy especial.
Vimos una barca pos la que descendimos por aquella especie de río y llegamos a una rampa que nos ascendía hasta otro mundo pero antes de subir se nos rompió la barca y le tuvimos que poner la goma de las bragas y en un agujero que se hizo le pusimos la tela para que no entrara agua y nos hundiéramos.
Se me ha olvidado contaros que cuando compramos las bragas, había un cartel que ponía ''Por la compra de 3 bragas le regalamos un libro''. Compramos 3 bragas para conseguir el libro por que este lo encestábamos ya que si titulo tenía mucho que ver '' El otro mundo y sus dimensiones'' y gracias al libro conseguimos descifrar la parte mas importante del mapa.
Entonces la arreglamos y ascendimos poco a poco hasta el otro mundo.
Peter y yo nos alegramos cuando vimos aquel valle con el río donde llegamos con la barca y la luz del sol.
En una hoja del libro que nos regalaron por aquella compra escribimos: '' Tomad este libro y el mapa contenido en el y encontrar la salida al igual que nosotros que hemos llegado a otro mundo y es mejor'' y la tiramos por el río que acabábamos de dejar y la carta bajo lentamente hacia nuestro antiguo mundo.
Peter y yo nos fuimos a investigar el nuevo mundo, y como tampoco era muy diferente del que veníamos pensamos en buscar una casa donde vivir, alguien que nos cuidara, alimentara y nos pudiera ofrecer una enseñanza. Y no sabemos y alguien obtuvo el libro y el mapa y consiguió llagar hasta nuestro lugar.

lunes, 1 de febrero de 2010

Cuento de Enero


Harto de mi vida, acabé viendo cómo se desacia en cenizas mi contrato. Pero antes os contaré porqué ocurrió.
Cuando empecé con 12 años el instituto, yo era uno de esos empollones, y mucha gente me trataba mal. Entonces, para hacerme guay me empecé a convertir en un mala persona. Acabé haciédome amigos y con catorce años empecé con las drogas, alcohol... solo para ser guay.
Con el tiempo me hice adicto y acabé fuera de mi casa, en la calle sin dinero con poca ropa y comida.
Ya tenía 16 años y, aunque no acabe la Eso, porque no queria ir al instituto y perder el tiempo. Me hice una casa bajo un puente y allí habite durante una temporada. Mis amigos, viendo como reaccionaba y lo loco que me había vuelto, dejaron de ser mi amigos .
Pasados unos días, vino la policía y me encontró tirado en el suelo, medio muerto. Entonces me cogieron y vieron la droga que tenia escondida entre los cartones. Pero como yo todavía no era mayor de edad, no me pudieron meter en la cárcel, y me llevaron a un centro psiquiátrico y a un reformatorio.
Después de dos años, ya con 18 años me pasaron del reformatorio a la cárcel y tras muchas sesiones de ayuda para dejar mi adicción a las drogas, el alcohol, tabaco... ninguna dio solución.
En la cárcel me requisaron todas mi adicciones. Pero eso no me ayudó porque cada día que pasaba sin consumirla me volvía mas loco y enfermaba mas. Entonces con el tiempo se me fue quitando la adicción aunque algunas veces me daban ataques.
Un día al lebantarme por la mañana sentí que estaba de buen humor porque había tenido un sueño en el que soñaba; con lo mal que había aprovechado mi infancia. Salté de la cama y me miré al espejo pensando en el sueño del que acababa de despertar pegué un grito desesperado.
Al oír el grito vino la policía con las armas en la mano, pero me vieron desesperado y llorando tras las rejas y aquellas cuatro paredes de cemento; y me preguntaron:
-¿ Qué te pasa?
-Nada, cosas de mi vida, que tengo que cambiar y que no debería haber echo. Y desgraciadamente me acabo de dar cuenta ahora, que ya no hay muchas soluciones.-Les dije apenadamente.
-Bueno pos no te podemos ayudar en nada. Lo sentimos- Dijeron los policías.
Con 22 años ya era un ciudadano legal y había dejado las drogas, el alcohol... Y el 21 de Julio cumplí mi deuda y salí de aquel infierno.
Cuando me soltaron, me fuí a buscar a mi familia para anunciarles mi gran cambio. Ellos me recibieron como nunca lo habían hecho, me dijeron que me quedara todo el tiempo que hiciera falta me dieron dinero para poder comprarme ropa, comida y pagarme unos cursos para conseguir trabajo.
Después de varios años estudiando me acabé varias carreras y me busqué trabajo. Justo el día de la entrevista me encontré con mis antiguos amigos y les conté todo los sucedido, ellos me contaron que dejaron las drogas por un tiempo pero que luego volvieron a consumirlas. Entonces me dijeron que tenían y que si querían y no puede evitarlo que me la tomé.
Cuando hice la entrevista del trabajo, los jueces tuvieron que elegir entre un chica o yo, la oportunidad me la dieron a mi pero el contrato no lo firmé en aquel momento si no que me lo llevé a casa para revisarlo bien todo y por la tarde llevarlo.
En casa pensé en lo que había pasado en aquellos años y recordé que aquella mañana volví a consumir drogas y que la chica que no habían elegido se merecía el trabajo mas que yo, a si que tire al contrato al fuego y empecé a llorar mientras veía como se hacia cenizas mi gran futuro.