lunes, 19 de abril de 2010

Cuento de Abril :)



Cuando ví aquella foto en el periódico, sentí pena y dolor. Sentí como aquella niña tenía aquella cara de tristeza, pero a la vez estaba contenta por vivir.
-¿Has visto esta imagen?- le dije sorprendido.
-Pues no, cogí esta mañana el periódico, pero todavía no lo he leído, respondió.
Dani era un hombre joven de 20 años. Tenía el pelo moreno y un poco rizado. Sus ojos eran oscuros y grandes. Lo que más me gustaba desde que éramos pequeños era su sonrisa que siempre permanecía en su cara y s personalidad.
Cuando vió la foto, se quedó sin palabras.
La niña en el suelo, bajo la mesa, con aquella carita y encima descalza. Verla, nos dió tanta pena.
Dejamos el periódico en la mesa, y continuamos con nuestro trabajo.
Cuando acabamos, volví a mi casa y, de camino, en el coche, yo le daba vueltas a la foto de aquella niña. Tenía que hacer algo, por esos pobres niños inocentes, como ella, no les podían arruinar su infancia explotándoles con tanto trabajo.

Porque, ¿Qué harían en un futuro?, ¿De qué vivirían cuando crecieran?, porque no tenían estudios, y, ¿Qué sería de ellos?, acabarían estresados y agobiados por el trabajo. Me situaba en su lugar y sentía pena y dolor.

Mi cabeza, me iba a acabar estallando de tantas vueltas que le daba al tema.

Tenía que hacer algo ya.

Entonces, cuando llegué a casa, releí el artículo del periódico. Aquella noticia que me estaba comiendo por dentro.

Después de cenar, me acosté después de aquel duro día de trabajo. Estaba cansado.

Me tumbé en la cama, pero a pesar del sueño que tenía, no me conseguí dormir. No dejaba aquel tema. Sabía que tenía que hacer algo cuanto antes. Aquellos niños no podían seguir así, necesitaban mi ayuda.

Después de un tiempo, pensando y dando vueltas en la cama, tuve una idea.si aquella idea funcionaba, todos los niños serían felices. Yo estaba mas tranquila y después, al fin conseguí dormirme.

Por la mañana, sonó el despertador. Le dí un golpe para que dejará de soñar, no tenía ganas de ir al trabajo, estaba agotado, había dormido muy poco. Al rato me levanté de la cama.

Anduve hasta la cocina y pusé al café a calentar. Mientras se calentaba, me fuí preparando para ir a trabajar. Desayuné el café y galletas, cogí el coche y, de camino al trabajo, me acordé de la foto del periódico y de mi idea.

Cuando llegué al trabajo, me encontré con Dani.

-¡¡Dani!!, Corre, ven, tengo que contarte una cosa.

-Espera, que dejo una cosa, y voy a tu despacho.

Toc, toc, sonó la puerta de mi despacho, era Dani.

-Corre, pasa, tengo una idea para el tema de ayer, ¿recuerdas?, la niña del periódico.

Dani, se acomodó en una silla, mientras le contaba todas mis ideas, y conclusiones.

Dani, pensó que sería buena idea y que después del trabajo podríamos ir la empezando.

La idea consistía, en a partir de mi empresa, crear otra, en referencia a estos zagales. Y en un país como la India, poner una de nuestras empresas, y acoger a todos los niños menores explotados y darles clases.

Con mi dinero contraté a gente que colaborara y tengan conocimiento de todo un poco, para poderles enseñar, algo básico.

Entoncés, encendí el ordenador y nos pusimos a creas una empresa. Llamé a la India y compré un local vacío, que me darían dentro de un mes. Y Dani también colaboraba aparte de que el iba a ser uno de los profesores,

me estaba ayudando a organizar las cosas.

Después de un mes, conseguí varios colaboradores como profesores y otros ayudantes de salud, y algo de inmobiliaria para adornar al locas y que los niños se sintieran bien y cómodos.

Pagué mucho dinero para realizar este proceso y para transportar la mercancía hasta allí. También tenía que pagar un piso para alojar a los profesores durante un tiempo mientras conseguían dinero para alojarse ellos en uno propio.

El día 1 de julio, llegamos a la India. Estuve todo amueblando el local y enseñarles todo a los profesores. Y al día siguiente fuí a buscar a los niños, que eran explotados. Llamé a la policía y a los explotadores los detuvieron y los metieron en las cárcel. Les cuidaba en mi local y les enseñaba para que tuvieran un buen futuro.

Adopté a más de veinte niños que los dedicábamos y a los que mis amigos les enseñaban. Con el tiempo mi negocio se fue expandiendo y conseguís mucho dinero, y lo más importante ayudaba aquellos niños.

Y lo que más me alegró, fue verles una gran sonrisa de oreja a oreja. Muchos hoy en día no quieren ir a la escuela, pero en cambio aquellos querían aprender mas y mas.

Lo mejor, fue que un día viajé a otros países donde también había colocado negocio y encontré a la pequeña de la foto. Me alegré tanto al ver su cara tan alegre y su ropa tan bonita, y lo mejor , viendo que nadie la obligaba a trabajar sin darla ninguna recompensa por su esfuerzo.

conseguí mi objetivo y por eso ahora estoy muy feliz, porque mientras ellos estén felices yo también lo estaré.

Y Dani siguió de profesor, pero era mi mejor amigo y siempre me ayudaba. Los demás, los profesores, se quedaron en la India trabajando.









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